jueves, 11 de diciembre de 2014
Cuarta trompeta
El cuarto ángel tocó la
trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna,
y la tercera parte de la estrellas,
Para que se
oscureciese la tercera parte de ellos, y no hubiese luz en la tercera parte del
día, y así mismo de la noche. (Apocalipsis, 8-12)
Quinta trompeta
El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo a
la tierra; y se le dio la llave del pozo del abismo.
Y abrió el pozo del abismo, y
subió humo del poso Como humo de un gran horno; y se oscureció el sol y el aire por el humo
del pozo.
Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y se les dio poder, como
tienen poder los escorpiones de la tierra.
Y se les mando que no dañasen a la hierba de la tierra, ni a cosa verde
alguna, ni a ningún árbol, si no solamente a los hombres que no tuviesen el
sello de dios en sus frentes.
Y les fue dado, no que los matasen, sino que los atormentasen cinco
meses; y su tormento era como tormento de escorpión cuando hiere al hombre.
(Apocalipsis, 9-1 al 5)
Sexta trompeta
El sexto ángel tocó
la trompeta, y oí una voz de entre los cuatro cuernos del altar de oro que
estaba delante de dios, diciendo al sexto ángel que tenía la trompeta: desata a
los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Éufrates.
Y fueron desatados los cuatro ángeles
que estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a la
tercera parte de los hombres.
Y el número de los ejércitos de los
jinetes era doscientos millones. Yo oí su número. Así vi en visión los caballos
y a sus jinetes, los cuales tenían corazas de fuego, de zafiro y de azufre.
Y las cabezas de los caballos eran como
cabezas de leones; y de su boca salían fuego, humo y azufre, por estas tres
plagas fue muerta la tercera parte de los hombres; por el fuego, el humo y el
azufre que salía de su boca.
Pues el poder de los caballos estaba en
su boca y en sus colas; porque sus colas, semejantes a serpientes, tenían
cabezas, y con ellas dañaban. (Apocalipsis, 9-13 al 19)
Los Dos Testigos
PERO EL PATIO QUE ESTA AFUERA DEL TEMPLO DÉJALO APARTE, Y NO LO MIDAS PORQUE A SIDO ENTREGADO A LOS GENTILES, Y ELLOS HOLLARÁN LA CIUDAD SANTA CUARENTA Y DOS MESES Y DARÉ A MIS DOS TESTIGOS QUE PROFETICEN POR MIL DOCIENTOS SESENTA DÍAS, VESTIDOS DE SILICIO. (APOCALIPSIS, 11-2-3)
Estos tienen poder para cerrar el cielo,
a fin de que no llueva en los días de profecía; y tiene poder sobre las aguas
para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga, cuantas
veces quieran.
Pero
el patio que está afuera del templo déjalo aparte.
Y no
lo midas porque ha sido entregado a los gentiles, y ellos hollarán la ciudad
santa cuarenta y dos meses y daré a mis dos testigos que profeticen por mil
doscientos sesenta días, vestidos de silicio. (Apocalipsis, 11-2-3)
Estos testigos son los dos olivos, y los
dos candeleros que están en pie delante del dios de la tierra.
Si alguno quiere dañarlos, sale fuego de
la boca de ellos, y devora a sus enemigos; y si alguno quiere hacerles daño,
debe morir el de la misma manera.
Cuando hayan acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo
para guerrear contra ellos, los vencerá y los matará. Y sus cadáveres
estarán en la plaza de la grade ciudad.
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Cuando hayan acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo para guerrear contra ellos, los vencerá y los matará. Y sus cadáveres estarán en la plaza de la grade ciudad.
Que en sentido espiritual se llama
Sodoma y Egipto, donde también nuestro señor fue crucificado.
Pero después de tres días y medio entro en ellos el espíritu de vida
enviado por dios, y se levantaron sobre sus pies, y cayo gran temor sobre
los que los vieron. Y oyeron una gran voz del cielo, que les decía; subid
acá, y subieron al cielo en una nube; y sus enemigos los vieron.
Y los de los pueblos, tribus, lenguas y
naciones verán sus cadáveres por tres días y medio, y no permitirán que sean
sepultados y los moradores de la tierra se regocijarán y se enviaran regalos
unos a otros; porque estos dos profetas habían atormentado a los moradores de
la tierra.
Pero después de tres días y medio entro en ellos el espíritu de vida
enviado por dios, y se levantaron sobre sus pies, y cayo gran temor sobre
los que los vieron. Y oyeron una gran voz del cielo, que les decía; subid
acá, y subieron al cielo en una nube; y sus enemigos los vieron.
Pero después de tres días y medio entro en ellos el espíritu de vida
enviado por dios, y se levantaron sobre sus pies, y cayo gran temor sobre los
que los vieron. Y oyeron una gran voz del cielo, que les decía; subid acá, y
subieron al cielo en una nube; y sus enemigos los vieron.
Y en aquella hora hubo un gran
terremoto, y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y por el terremoto
murieron en número de siete mil hombres.
Y los demás se aterrorizaron, y dieron gloria
al dios del cielo. (Apocalipsis, 11-4 al 13)
¡La Final Trompeta! ¡La Llegada Del Mesías!
El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que
decían: los reinos del mundo han venido a ser de nuestro señor y de su Cristo;
y él reinará por los siglos de los siglos.
Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de de dios en
sus tronos,
Se postraron sobre sus rostros, y
adoraron a Dios, diciendo: te damos gracias, señor dios todopoderoso, el
que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu gran poder, y has
reinado. Y se airaron las naciones, y tu
ira ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos.
Y de dar el galardón a tus siervos los
profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los
grandes, y destruir a los que destruyen la tierra.
Y el templo de dios fue abierto en el
cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo, y hubo relámpagos, voces,
truenos, un terremoto y grande granizo. (Apocalipsis, 11-15-19)
Inmediatamente después de la tribulación
de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las
estrellas caerán del cielo y las potencias de los cielos serán conmovidas.
(Mateo, 24-29)
Entonces aparecerá la señal del hijo del hombre en el cielo, entonces
lamentaran todas las tribus de la tierra y verán al hijo del hombre viniendo
sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria. (Mateo, 24-30)
Y enviará a sus ángeles con gran voz de
trompeta, y juntará a sus escogidos de los cuatro vientos, desde un extremo de
cielo hasta el otro. (Mateo, 24-31)
¡La Cena De Las Bodas Del Cordero!
Oí como la voz de una gran multitud,
como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía;
¡aleluya porque el señor nuestro dios todopoderoso reina! Gocémonos y
alegrémonos, y démosle gloria; porque han llegado las bodas del cordero, y su
esposa se ha preparado. Y a ella se le
ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el
lino fino es las acciones justas de los santos. Y aquel ángel me dijo; escribe;
bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del cordero, y me
dijo estas son las palabras verdaderas de dios. (Apocalipsis, 19-6-7-8-9)
La Ira de Dios
Y
hoy una gran voz que decía desde el templo a los siete ángeles; id y derramad
sobre la tierra las siete copas de la ira de dios. (Apocalipsis, 16-1)
Segunda copa de la ira de Dios
El segundo ángel derramo su
copa sobre el mar, y éste so convirtió en
sangre como de muerto; y murió todo ser
vivo que había en el mar. (Apocalipsis, 16-3)
domingo, 7 de diciembre de 2014
Tercera copa de la ira de Dios
El tercer ángel derramó su copa sobre los ríos, y sobre las fuentes de
las aguas, y se convirtieron en sangre. Y oí al ángel de las aguas, que
decía; justo eres tú, o señor, el que eres y que eras, el santo, porque has juzgado estas cosas.
Por cuanto derramaron la sangre de los
santos y de los profetas, también tú le has dado a beber sangre; pues lo
merecen.
También oí a otro ángel que desde el
altar decía: ciertamente, señor dios todo poderoso, tus juicios son verdaderos
y justos. (Apocalipsis, 16-4-5-6-7)
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