Pero
el patio que está afuera del templo déjalo aparte.
Y no
lo midas porque ha sido entregado a los gentiles, y ellos hollarán la ciudad
santa cuarenta y dos meses y daré a mis dos testigos que profeticen por mil
doscientos sesenta días, vestidos de silicio. (Apocalipsis, 11-2-3)
Estos testigos son los dos olivos, y los
dos candeleros que están en pie delante del dios de la tierra.
Si alguno quiere dañarlos, sale fuego de
la boca de ellos, y devora a sus enemigos; y si alguno quiere hacerles daño,
debe morir el de la misma manera.
Cuando hayan acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo
para guerrear contra ellos, los vencerá y los matará. Y sus cadáveres
estarán en la plaza de la grade ciudad.
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Cuando hayan acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo para guerrear contra ellos, los vencerá y los matará. Y sus cadáveres estarán en la plaza de la grade ciudad.
Que en sentido espiritual se llama
Sodoma y Egipto, donde también nuestro señor fue crucificado.
Pero después de tres días y medio entro en ellos el espíritu de vida
enviado por dios, y se levantaron sobre sus pies, y cayo gran temor sobre
los que los vieron. Y oyeron una gran voz del cielo, que les decía; subid
acá, y subieron al cielo en una nube; y sus enemigos los vieron.
Y los de los pueblos, tribus, lenguas y
naciones verán sus cadáveres por tres días y medio, y no permitirán que sean
sepultados y los moradores de la tierra se regocijarán y se enviaran regalos
unos a otros; porque estos dos profetas habían atormentado a los moradores de
la tierra.
Pero después de tres días y medio entro en ellos el espíritu de vida
enviado por dios, y se levantaron sobre sus pies, y cayo gran temor sobre
los que los vieron. Y oyeron una gran voz del cielo, que les decía; subid
acá, y subieron al cielo en una nube; y sus enemigos los vieron.
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